Introducción
En la era digital las noticias falsas o también conocidas como “fake news” se han vuelto un tema bastante problemático. De la mano de la expansión de Internet y la explosión de las redes sociales, la propagación de información manipulada ha afectado a millones de personas desde ciudadanos hasta gobiernos y políticos. Dicha expansión comenzó a lo largo de los años 2000 y desde entonces las fake news han sido fijadas como un problema mundial debido a su impacto en la opinión pública. Su gran incremento se puede ver reflejada en un estudio de la empresa Statista que reveló que el 71% de la población ha consumido información falsa y el 76% de las personas está preocupada por el tema de la propagación. Este aumento en la difusión de noticias falsas ha obligado a diferentes gobiernos, organizaciones de medios y plataformas en línea a buscar soluciones para combatir este problema y preservar la integridad de la información.
Como afectan las redes sociales a difundir noticias falsas
Las redes sociales han revolucionado la forma en que nos comunicamos, conectamos y consumimos información. Sin embargo, este avance tecnológico también ha desencadenado un fenómeno preocupante, la propagación desenfrenada de noticias falsas. A pesar de los esfuerzos por contrarrestar la desinformación, las redes sociales continúan siendo un terreno fértil para la difusión de información errónea y engañosa. Una de las razones fundamentales es la facilidad con la que la información se puede compartir en las redes sociales. La velocidad instantánea de difusión permite que las noticias, independientemente de su veracidad, se propaguen a una velocidad sorprendente, llegando a audiencias muy voluminosas en cuestión de segundos. Este aspecto ha transformado las redes sociales en un vehículo de difusión masiva que amplifica y exagera todo tipo de contenido, sin prestar atención a su veracidad o autenticidad. Además, el diseño de muchas redes sociales contribuye a su difusión. Suelen priorizar la interacción y el compromiso del usuario, lo que implica que se promuevan contenidos basados en las preferencias y comportamientos previos de estos. Esta personalización del contenido provoca que las personas vean y compartan información que refuerza sus propias perspectivas y creencias, sin importar si es verídica o no. En este entorno virtual, las noticias falsas que se alinean con las opiniones de los usuarios tienden a ser aceptadas sin cuestionamiento, causando así su difusión sin control. Asimismo, la falta de regulación ha permitido la abundancia de cuentas falsas y bots, que se utilizan para difundir deliberadamente noticias falsas. Estas cuentas explotan las vulnerabilidades de las redes sociales para manipular la percepción pública y fomentar agendas específicas, desvirtuando la verdad y erosionando la confianza en los medios de comunicación convencionales. Sumado a eso, la aparición de personajes relevantes o influencers, con una gran base de seguidores e influencia en ellos, contribuyen involuntariamente a la difusión de noticias falsas al compartir información sin una verificación rigurosa. Según Calvo y Aruguete (2020), la presencia de “usuarios con millones de seguidores, muchos de ellos representantes de algunos medios tradicionales.” promueve la propagación masiva de contenido sin considerar su autenticidad, lo que facilita la transformación de información no verificada en "noticia". La difusión de noticias falsas en las redes sociales plantea una seria amenaza para la democracia, el discurso público y la confianza en la información. Requiere un enfoque multidimensional que involucre a las plataformas de redes sociales, los medios de comunicación, los gobiernos y la sociedad en general para abordar la educación en alfabetización mediática, la transparencia en la distribución de contenidos y la implementación de políticas y regulaciones más estrictas para contrarrestar la propagación de la desinformación en línea.
Como afecta la inteligencia artificial a difundir noticias falsas
En los últimos años, el uso de la inteligencia artificial (IA) ha ido en aumento. Además, en el último año, se ha conseguido una mayor accesibilidad a la IA para toda persona que disponga de un dispositivo capaz de conectarse a Internet. Los chats con IA, como ChatGPT, Bard o Chat Bing, entre otros, se han convertido en una manera muy común para consultar información. Una de las razones por las que la IA afecta a la difusión de noticias falsas es que puede consultar información errónea para generar una respuesta. Esto se debe a que la IA analiza una gran cantidad de información y, en ocasiones, no responde de la manera correcta. Además, las respuestas de la IA son consistentes, por lo que, sin un mínimo de revisión o conocimiento del tema, pueden ser percibidas como verdaderas. Otra razón por la que un chat con IA puede difundir noticias falsas es la facilidad para crearlas. Una persona con fines maliciosos podría pedir a la IA que genere una noticia que siga unas directrices determinadas. En este caso, la consistencia de las respuestas de la IA dificulta comprobar su veracidad. Además, la inteligencia artificial es capaz de generar imágenes, vídeos o audios falsos, los cuales, en la actualidad, son capaces de distinguirse de los verdaderos. Sin embargo, con la evolución que se está produciendo, es posible que en algún momento sea imposible distinguir una imagen falsa generada por IA de una real. Esto podría hacer que la difusión de noticias falsas sea mayor.